Harold Tejada Canacué no era ampliamente reconocido a nivel internacional hasta el 2020 cuando participo en el Tour de France. Los especialistas en ciclismo en Colombia estaban conscientes de las habilidades excepcionales de este ciclista de 26 años originario de Huila, y para muchos resultaba extraño que, a pesar de sus destacadas actuaciones, no hubiera dado el salto al World Tour, las competencias más importantes del ciclismo. Sin embargo, esto nunca lo desanimó en lo más mínimo: Tejada y su entrenador, David Vargas, tenían claro que la paciencia era clave. Sus habilidades estaban más que comprobadas.
Desde los 6 años, y gracias al apoyo de su madre, Gladys Canacué, quien en ese momento era alcaldesa de Pitalito y promovía algunas escuelas deportivas, Harold desarrolló un amor por la bicicleta. Con su padre como entrenador, representó a Huila durante 8 años. Su talento era evidente. A los 14 años, se convirtió en el mejor corredor en la categoría Prejuvenil de la Clásica Nacional de Ciclismo 2011, a pesar de contar con poco apoyo y no formar parte de un club deportivo consolidado.
Harold Tejada y su mamá Gladys Canacué en la Clásica Nacional de Ciclismo 2011. – Foto: Archivo Particular
A los 16 años, gracias a David Vargas, Harold pudo experimentar un salto de calidad. Sin embargo, también fue un salto al vacío, ya que era un adolescente que dejaba su hogar para vivir en El Carmen de Viboral, en el oriente de Antioquia. Vargas, quien era entrenador de la Liga de Ciclismo de Antioquia y del Club de Ciclismo de El Carmen de Viboral, recuerda: «Vi a un joven que desperdiciaba muchas medallas en campeonatos prejuveniles. Siempre quedaba en quinto, sexto o cuarto lugar, por eso lo invité a unirse al Club».
Corría el año 2013 y Tejada era solo un adolescente, pero no se acobardó al llegar a un lugar nuevo que, tradicionalmente, ha impulsado a muchos ciclistas: «No fue fácil porque Antioquia es un departamento que tiene mucho talento, muchas promesas, y es complicado para alguien de Huila competir con los antioqueños», dijo Tejada en un video publicado en su Facebook justo antes del Tour de Francia. «Pero siempre tuve la mentalidad de ir a Antioquia y arriesgarme al todo o nada».
En 2014, Tejada dio el salto al profesionalismo y desde entonces no ha dejado de tener actuaciones destacadas. Ese mismo año, en la Vuelta al Porvenir de Colombia, ganó una etapa y desempeñó un papel crucial para que su compañero de equipo, Brayan Hernández, se llevara la clasificación general. Un año después, en 2015, volvió a desempeñar un papel importante en el título de Julián Cardona.
Aunque Harold no quedó en primer lugar, su papel siempre era determinante, lo que hizo que fuera deseado por los equipos antioqueños. Según cuenta Vargas, aunque Harold era sub-23, siempre desempeñaba un papel de apoyo crucial para sus compañeros élite. Vargas notó en varias ocasiones que Harold se angustiaba al ver cómo otros ciclistas de su misma edad ya competían en carreras en Europa.
Campeonato Nacional de Ciclismo (Cortesía FCC) – Foto: Federación Colombiana de Ciclismo
Pero todo cambió en 2019. Después de destacadas actuaciones con los equipos Orgullo Paisa y EPM, Harold se unió al Team Medellín, donde se fijó un objetivo: ganar el Campeonato Nacional Sub-23, ya que sería su último año en esa categoría. No había duda sobre su capacidad. Ganó tanto la prueba de Ruta como la Contrarreloj. Además, ayudó a Fabio Duarte a ganar la Vuelta a Colombia. Dos semanas después, estaba corriendo en el Tour de l’Avenir en Francia, donde ganó una etapa y confirmó su contrato con el Astana a partir de enero de 2020. En ese momento, afirmó: «Astana no se equivocó al confiar en mí».
Y sin duda, el equipo Kazajo no se equivocó. En su debut este año en el World Tour, Harold tuvo un desempeño brillante en el Desafío del Mont Ventoux. En esa ocasión, no solo fue un gregario clave para la victoria de su compañero Alexander Vlasov, sino que también logró terminar en sexto lugar. Luego, brindó apoyo al ruso en su victoria en el Giro de la Emilia Romagna y, finalmente, acompañó al danés Jakob Fuglsang, quien se llevó el primer lugar en el Giro de Lombardía. Fue gracias a estas actuaciones que el equipo decidió incluirlo en la lista para el Tour, a pesar de que inicialmente no estaba previsto.
En el Tour, Harold tiene claro su papel: «Debo acompañar a Miguel Ángel (López) en la montaña, esa es mi tarea principal». Hasta ahora, ha cumplido su papel de manera sobresaliente: Supermán nunca ha estado solo en la montaña y todavía está luchando por el podio en el Tour junto a un ciclista huilense que, como un buen gregario, ha logrado permanecer bajo el radar para cumplir su objetivo de la manera más precisa posible.
Fuente: Semana.com